Cómo ya saben, el fin de semana estuve en Caracas en un evento muy genial del que les hablaré pronto más detalladamente. Me quedé un día más aprovechar el viaje y aprovechar de descansar en un sitio diferente.
Aunque hay muchas cosas para hacer en Caracas, la verdad es que en época navideña está todo muy ajetreado, y ni idea nomera estresarme más. Así que solo pedí una cosa: ir a una librería a pasear. Así que nos decidimos a ir al Sambil, un centro comercial muy popular en Caracas donde sabía que había una librería.
Llegamos directo a la librería, y me pasé un buen tiempo recorriendo y hojeando libros que no me puedo permitir. Se preguntarán que para que fuí. Pues, yo leo y consigo todos mis libros de manera digital, pero todos estaremos de acuerdo de que los libros en físico tienen su magia. Yo los agarraba, los palpaba, veía el detalle con el que hicieron las portadas. Tomé fotos de varios de mis favoritos. Además, ví unos manuales de Minecraft que me gustaría regalarle a mi sobrino alguna vez, además que estaban bellísimos.
Esta visita me sirvió para darme cuenta de lo costoso que es leer en mi país. Ya de por sí, leer es costoso, pero aquí se hace un lujo exagerado.
Luego de caminar un rato, subimos a tomarnos un café en Páramo. Escogí un Capuchino con un croissant de chocolate que estaba muy rico.
Al terminar de pasear, regresé sola al alojamiento porque Arlette tenía una reunión de su trabajo. Así que yo me pedí un pequeño barquito de Sushi ara cenar. Y así transcurrió mi fin de semana.
! [English]
As you know, this weekend I was in Caracas for a very cool event that I will tell you more about soon. I stayed an extra day to take advantage of the trip and rest in a different place.Although there are many things to do in Caracas, the truth is that at Christmas time everything is very busy, and I had no idea if I wanted to stress myself more. So I only asked for one thing: to go to a bookstore for a walk. So we decided to go to the Sambil, a very popular shopping mall in Caracas where I knew there was a bookstore.
We went straight to the bookstore, and I spent a long time browsing and flipping through books that I can't afford. You may wonder why I went there. Well, I read and get all my books digitally, but we would all agree that physical books have their magic. I grabbed them, felt them, saw the detail with which they made the covers. I took pictures of several of my favorites. In addition, I saw some Minecraft manuals that I would like to give to my nephew sometime, besides they were beautiful.
This visit made me realize how expensive it is to read in my country. Reading is already expensive, but here it is an exaggerated luxury.
After walking around for a while, we went upstairs for a coffee in Páramo. I chose a Cappuccino with a chocolate croissant that was very tasty.
When I finished walking around, I went back to the lodge alone because Arlette had a work meeting. So I ordered myself a small Sushi boat for dinner. And that's how my weekend went.
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